Τῶν δὲ φορτικωτέρων καὶ ὕδωρ τινὲς ἀπεφήναντο, καθάπερ ῞Ιππων· πεισθῆναι δ᾿ ἐοίκασιν ἐκ τῆς γονῆς, ὅτι πάντων ὑγρά. καὶ γὰρ ἐλέγχει τοὺς αἷμα φάσκοντας τὴν ψυχήν, ὅτι ἡ γονὴ οὐχ αἷμαῥ ταύτην δ᾿ εἶναι τὴν πρώτην ψυχήν.
Aristóteles, De anima, I 405b
Algunos pensadores más toscos declararon, como Hipón, que (el alma) es agua. Creyeron esto según parece porque el semen de todos los seres es líquido. Y porque dice contra los que afirman que el alma es sangre, que el semen no es sangre, sino que éste es el alma primera.
De anima vero utrum ex seminis traduce ducatur, ita ut ratio ipsius vel substantia inserta ipsis seminibus corporalibus habeatur, an vero aliud habeat initium, et hoc ipsum initium si genitum est aut non genitum, vel certe si extrinsecus corpori inditur, necne: non satis manifesta praedicatione distinguitur.
Orígenes, De Principiis, Pr. 5
Orígenes, De Principiis, Pr. 5
En cuanto a si el alma se origina transmitida por el semen, de modo que la razón o la sustancia de la misma esté insertada en los mismos sémenes corporales, o si bien tiene otro origen, y este mismo origen si es engendrado o no engendrado, o si bien es introducida en el cuerpo desde el exterior, o no: no se distingue con suficiente evidencia en la predicación.
E quibus primo illud discutiamus, quod adstruere solent quidam, quia una sit bona in nobis anima et caelestis, alia vero inferior et terrena, et quod ea quidem quae melior est, caelitus inseratur, qualis est illa quae et Iacob adversum Esau adhuc in utero posito palmam victoriae subplantati praestitit fratris, et quae in Hieremia sanctificatur ex vulva, et spiritu sancto repletur ex utero in Ioanne.
Illam vero inferiorem quam dicunt, ex corporali eam semine simul asserunt cum corpore seminari, unde et praeter corpus vivere eam vel subsistere negant posse, propter quod et carnem eam frequenter appellari dicunt. Quod enim scriptum est: Caro concupiscit adversum spiritum, non hoc de carne dictum accipiunt, sed de hac anima quae proprie carnis est anima. Sed et ex his student nihilominus confirmare haec, quae in Levitico ita scripta sunt: Anima omnis carnis sanguis ipsius est. Ex eo enim quod per totam carnem sanguis diffusus vitam praestat carni, in sanguine inesse aiunt hanc animam quae dicitur totius carnis esse anima. (....) ... corporalem animam et ex seminis traduce generatam.
Orígenes, De principiis, III 4.2
De estas (opiniones) discutamos primero la que algunos suelen sostener, que hay en nosotros un alma buena y celestial, y otra inferior y terrenal,1 y que la que es mejor es insertada desde el cielo, como es la que dio a Jacob, en contra de Esaú y estando todavía en el útero, la palma de la victoria suplantando al hermano (Gén 25.22s), y la que en Jeremías es santificada desde el coño,2 y es llenada de espíritu santo desde el útero en Juan (Lc 1.41).
Pero aquella (alma) que llaman inferior, afirman que es engendrada (sembrada) del semen corporal simultáneamente con el cuerpo, y por ello niegan que esta pueda vivir o subsistir fuera del cuerpo, por lo que también dicen que esta frecuentemente es llamada «carne». Porque lo que está escrito: la carne desea contra el espíritu (Gál 5.7), esto no lo entienden dicho de la carne, sino de esta alma que propiamente es el alma de la carne. Pero también tratan no menos de confirmar esta por estas (palabras), las que en el Levítico así están escritas: El alma de toda carne es su sangre (Lv 17.14). Pues debido a que la sangre difundida por toda la carne da vida a la carne, afirman que esta alma, la que se dice que es el alma de toda carne, se halla en la sangre. 3 (...) ... el alma corporal generada y transmitida por el semen.
Inter haec ergo animae erit quaedam etiam sui agnitio, per quam scire debet quae sit ejus substantia, utrum corporea vel incorporea, et utrum simplex vel ex duobus aut tribus an vero ex pluribus composita. Sed et juxta quorundam quaestiones utrum facta an omnino a nullo sit facta; et si facta sit, quomodo facta sit; utrum, ut putant aliqui, in semine corporali etiam ipsius substantia continetur, et origo ejus pariter cum origine corporis traducitur; an perfecta extrinsecus veniens, parato jam et formato inter viscera muliebria corpore induitur. Et si ita sit, utrum nuper creata veniat, et tunc primum facta cum corpus videatur esse formatum, ut causa facturae ejus animandi corporis necessitas exstitisse credatur; an prius et olim facta, ob aliquam causam ad corpus sumendum venire existimetur; et si ex causa aliqua in hoc deduci creditur, quae illa sit causa ut agnoci possit, scientiae opus est.Orígenes, Commentarium in Canticum Canticorum, II 5.21-23
Illam vero inferiorem quam dicunt, ex corporali eam semine simul asserunt cum corpore seminari, unde et praeter corpus vivere eam vel subsistere negant posse, propter quod et carnem eam frequenter appellari dicunt. Quod enim scriptum est: Caro concupiscit adversum spiritum, non hoc de carne dictum accipiunt, sed de hac anima quae proprie carnis est anima. Sed et ex his student nihilominus confirmare haec, quae in Levitico ita scripta sunt: Anima omnis carnis sanguis ipsius est. Ex eo enim quod per totam carnem sanguis diffusus vitam praestat carni, in sanguine inesse aiunt hanc animam quae dicitur totius carnis esse anima. (....) ... corporalem animam et ex seminis traduce generatam.
Orígenes, De principiis, III 4.2
De estas (opiniones) discutamos primero la que algunos suelen sostener, que hay en nosotros un alma buena y celestial, y otra inferior y terrenal,1 y que la que es mejor es insertada desde el cielo, como es la que dio a Jacob, en contra de Esaú y estando todavía en el útero, la palma de la victoria suplantando al hermano (Gén 25.22s), y la que en Jeremías es santificada desde el coño,2 y es llenada de espíritu santo desde el útero en Juan (Lc 1.41).
Pero aquella (alma) que llaman inferior, afirman que es engendrada (sembrada) del semen corporal simultáneamente con el cuerpo, y por ello niegan que esta pueda vivir o subsistir fuera del cuerpo, por lo que también dicen que esta frecuentemente es llamada «carne». Porque lo que está escrito: la carne desea contra el espíritu (Gál 5.7), esto no lo entienden dicho de la carne, sino de esta alma que propiamente es el alma de la carne. Pero también tratan no menos de confirmar esta por estas (palabras), las que en el Levítico así están escritas: El alma de toda carne es su sangre (Lv 17.14). Pues debido a que la sangre difundida por toda la carne da vida a la carne, afirman que esta alma, la que se dice que es el alma de toda carne, se halla en la sangre. 3 (...) ... el alma corporal generada y transmitida por el semen.
Inter haec ergo animae erit quaedam etiam sui agnitio, per quam scire debet quae sit ejus substantia, utrum corporea vel incorporea, et utrum simplex vel ex duobus aut tribus an vero ex pluribus composita. Sed et juxta quorundam quaestiones utrum facta an omnino a nullo sit facta; et si facta sit, quomodo facta sit; utrum, ut putant aliqui, in semine corporali etiam ipsius substantia continetur, et origo ejus pariter cum origine corporis traducitur; an perfecta extrinsecus veniens, parato jam et formato inter viscera muliebria corpore induitur. Et si ita sit, utrum nuper creata veniat, et tunc primum facta cum corpus videatur esse formatum, ut causa facturae ejus animandi corporis necessitas exstitisse credatur; an prius et olim facta, ob aliquam causam ad corpus sumendum venire existimetur; et si ex causa aliqua in hoc deduci creditur, quae illa sit causa ut agnoci possit, scientiae opus est.Orígenes, Commentarium in Canticum Canticorum, II 5.21-23
Así pues, entre estas cosas el alma tendrá también un cierto conocimiento de sí misma, por el que debe saber cuál es su sustancia, si (es) corpórea o incorpórea, y si (es) simple o compuesta de dos o tres o incluso de muchas partes. Pero igualmente las cuestiones de algunos: si ha sido hecha o si por nadie en absoluto ha sido hecha, y si ha sido hecha, de qué modo ha sido hecha; si, como piensan algunos, su sustancia está contenida también en el semen corporal, y su origen se transmite juntamente con el origen del cuerpo,4 o si viniendo perfecta del exterior, es revestida con el cuerpo preparado y formado ya en las entrañas femeninas.5 Y si es así, si viene recién creada, y entonces ha sido hecha por primera vez cuando el cuerpo parece que se ha formado, de modo que la causa de su hechura se crea que proviene de la necesidad de animar el cuerpo; o si, hecha antes y en otro tiempo,6 se piensa que por alguna causa viene para asumir el cuerpo; y si por alguna causa desciende a este, se necesita de la ciencia para que se pueda conocer cuál es aquella causa.
1. La fantasía gnóstica de dos almas se correspondía con la fantasía de dos sémenes, el semen espiritual del Falo cósmico o Padre celestial, y el semen corporal del hombre.
2. Priusquam te formarem in utero, novi te, et antequam exires de vulva, sanctificavi te. Jeremías, 1.5
Antes de que te formara en el útero, te conocí, y antes de que salieras del coño, te santifiqué.
3. Tengase en cuenta que para el hombre de la antiguedad el semen procedía de una "cocción" o destilación de la sangre (Aristóteles, Sobre la generación de los animales, 726b). Así lo afirmaba Tertuliano: Materiam seminis quam constat sanguinis esse calorem, la materia del semen, como se sabe, es el calor de la sangre (De carne Christi, 19.3). El principio vital del semen era el pneuma o espíritu (viento, aliento, respiración), y se pensaba que el alma era pneuma.
El hombre de la antigüedad pensaba el aire que respiramos (necesario para vivir) estaba relacionado con los dos fluidos de la vida: la sangre y el semen, y creía que estaban unidos o mezclados de una manera misteriosa. La sede del alma se situaba en el corazón o en el cerebro, y dependiendo de esta lozalización el semen procedía de la sangre, del cerebro, o de ambos y de todo el cuerpo, según la fantasía de cada autor.
4. Omnis qui ingreditur hunc mundum... quod in vulva matris est positus, et quod materiam corporis ab origine paterni seminis sumit. Todo el que entra en este mundo.. porque es puesto en el coño de su madre, y porque desde el origen toma la materia del cuerpo del semen paterno (Orígenes, Hom. in Leviticum, 12.4).
5. Esta era justamente la opinión de Orígenes, fantasía que da por supuesta en muchas de sus homilías, y de la mayoría de los gnósticos. Como en la película de Cocoon, los gnósticos veían el cuerpo como un vestido del alma (véase la entrada Novias), o como una casa donde residía el alma. Con la muerte, el alma quedaba desnuda, pero ellos no imaginaban ni esperaban la resurrección del cuerpo, puesto que mientras residimos en el cuerpo estamos ausentes del Señor (2Co 5.6), sino que deseaban residir fuera del cuerpo (2Co 5.8), y ser revestidos de un cuerpo o casa celestial (2Co 5.1,2), no terrenal. Ellos no admitían la resurrección de la carne, ya que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios (1Co 15.50). El alma no volvería a una casa terrenal, sino a una celestial, no física o material. Orígenes insistía en todas sus obras en que el mundo de Dios no era material y en su absoluta transcendencia.
6. Esta era también la opinión de Orígenes. La fantasía de la preexistencia de las almas se afirma explícitamente en el Nuevo Testamento (Jn 8.58, Ef 1.4).
Antes de que te formara en el útero, te conocí, y antes de que salieras del coño, te santifiqué.
3. Tengase en cuenta que para el hombre de la antiguedad el semen procedía de una "cocción" o destilación de la sangre (Aristóteles, Sobre la generación de los animales, 726b). Así lo afirmaba Tertuliano: Materiam seminis quam constat sanguinis esse calorem, la materia del semen, como se sabe, es el calor de la sangre (De carne Christi, 19.3). El principio vital del semen era el pneuma o espíritu (viento, aliento, respiración), y se pensaba que el alma era pneuma.
El hombre de la antigüedad pensaba el aire que respiramos (necesario para vivir) estaba relacionado con los dos fluidos de la vida: la sangre y el semen, y creía que estaban unidos o mezclados de una manera misteriosa. La sede del alma se situaba en el corazón o en el cerebro, y dependiendo de esta lozalización el semen procedía de la sangre, del cerebro, o de ambos y de todo el cuerpo, según la fantasía de cada autor.
4. Omnis qui ingreditur hunc mundum... quod in vulva matris est positus, et quod materiam corporis ab origine paterni seminis sumit. Todo el que entra en este mundo.. porque es puesto en el coño de su madre, y porque desde el origen toma la materia del cuerpo del semen paterno (Orígenes, Hom. in Leviticum, 12.4).
5. Esta era justamente la opinión de Orígenes, fantasía que da por supuesta en muchas de sus homilías, y de la mayoría de los gnósticos. Como en la película de Cocoon, los gnósticos veían el cuerpo como un vestido del alma (véase la entrada Novias), o como una casa donde residía el alma. Con la muerte, el alma quedaba desnuda, pero ellos no imaginaban ni esperaban la resurrección del cuerpo, puesto que mientras residimos en el cuerpo estamos ausentes del Señor (2Co 5.6), sino que deseaban residir fuera del cuerpo (2Co 5.8), y ser revestidos de un cuerpo o casa celestial (2Co 5.1,2), no terrenal. Ellos no admitían la resurrección de la carne, ya que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios (1Co 15.50). El alma no volvería a una casa terrenal, sino a una celestial, no física o material. Orígenes insistía en todas sus obras en que el mundo de Dios no era material y en su absoluta transcendencia.
6. Esta era también la opinión de Orígenes. La fantasía de la preexistencia de las almas se afirma explícitamente en el Nuevo Testamento (Jn 8.58, Ef 1.4).
Salmo 57.1
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En esta entrada:
Dos falos tintinnabulum, en el Rheinisches Landesmuseum de Bonn, y en el Kestner Museum de Hannover, Alemania.
Falo alado de bronce que se vendía en eBay.
Dos falos tintinnabulum, en el Rheinisches Landesmuseum de Bonn, y en el Kestner Museum de Hannover, Alemania.
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